27 septiembre 2006

Oceanografía del tedio


No hay mejor modo de entender lo que quiso ser el movimiento llamado novecentismo que leer una obra de creación de Eugenio d´Ors, el fundador del movimiento. Oceanografía del tedio viene a ser un esfuerzo por someter a razón hasta lo más inasible: "ni un movimiento, ni un pensamiento", es la prescripción médica (real o ficticia) que está en el origen de esta obra. El autor (Autor, como él mismo se denomina, sin artículo y como nombre propio) aprehende bajo la horma del concepto hasta la más sutil de las sensaciones durante las tres horas que pasa tendido en una chaise-longue, en el jardín del balneario. Reivindicación del intelecto, que se opone a todo lo que es espontáneo, irracional, instintivo, primario, tan amado tanto por el Romanticismo del siglo anterior como por los irracionalismos de su época. "Jardín botánico" es el título común que d´Ors imaginó para esta obra y otras dos posteriores, porque nada mejor que el jardín botánico muestra el triunfo del intelecto humano sobre lo natural, sin que lo natural quede vencido, sino sublimado. Esto es lo que nuestro autor quiso que fuese el siglo XX ("novecentismo"), aunque me parece que habrá que hacer un nuevo intento en el XXI. En todo caso, ahí queda su esfuerzo. Que no fue del todo estéril, y ahí están Gerardo Diego o Pedro Salinas para confirmarlo.

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