16 octubre 2006

Democracia

Lo dice un personaje sin escrúpulos, pero que cada uno juzgue.

"Al fin, la democracia no es más que un potente foco dirigido hacia la masa para que esta no vea quién mueve el foco. Pero lo triste es que con esto de iluminar a la gente, para que se crea que significa algo, la luz que difunde ese foco los ilumina en las cosas más vacías y serviles. Sí, tengo que reconocerlo aunque yo sea uno de los que le procuran fluido al foco. Pero, al menos, yo no juego a la democracia de hacerles creer que su opinión vale para algo y es tenida en cuenta. ¿O tú crees que del voto de tu hermana y de millones de seres como tu hermana puede salir algo? No, no sale nada, sino el sostenimiento de las grandes empresas de propaganda que los orienta y guía. Su instinto práctico de la democracia los ha convencido de que estamos en la era de las propagandas y no tienen que pensar porque la propaganda ya piensa por ellos. Les dice qué sopa les gusta más, qué camisa les conviene, qué película es la mejor y a quién tienen que votar. ¿Para qué, entonces, el arcaísmo de pensar?

Antonio Prieto, Prólogo a una muerte