09 noviembre 2006

El fin del exilio

El exilio vino a desviar, en Vintila Horia, una línea de escritor fantástico hacia otra dirección, más simbolista o intelectual. La editorial Criterio nos brindó, hace pocos años, algunas de las primeras piezas narrativas del rumano (Cuentos de juventud, se subtitula el libro), alguna de las cuales, como la que da título al volumen, fueron escritas después de la traumática experiencia que se convirtió en leit-motiv de su obra. Las demás podrían sin demasiada violencia caber bajo el manido rótulo del realismo mágico. No son, está claro, obras maestras, pero dejan ver ya al gran escritor que conocimos luego.

Hay ya una primera muestra de la fascinación por Don Juan que acompañó siempre a nuestro autor, en "La última noche de Don Juan". También encontramos al furibundo antirrevolucionario que siempre fue, en "La imposible muerte de Vladimir Noaptes", donde hallamos este lúcido párrafo:

¿La revolución? Un traje remendado nunca es nuevo. La humanidad de hoy no es sino una ropa vieja en cuyos codos cada revolución prendió su remiendo de colores, imaginándose haber renovado totalmente la inmortal vestimenta del mundo. ¡Ay, la horrible ropa remendada de la humanidad! ¿Nadie siente que ya es demasiado pequeña? Tan solo un hombre sin pasado puede destrozarla y tirarla, y tan solo yo voy a cortar otra a la medida de nuestros tiempos.

¿Otro iluso, pues? Quién sabe, pues aquí apunta también el simbolismo tan grato a nuestro autor.