23 noviembre 2006

En su última novela,

Enrique de Diego parodia a Dan Brown y a lo que un personaje llama "teorías conspirativas". Conociendo lo que opina don Enrique del atentado por antonomasia, es fácil ver que la burla no alcanza sólo a las tesis delirantes del Código Da Vinci sino a sucesos de la vida española más reciente. Pero algo falla en los esquemas de nuestro novelista si realmente piensa que puede equipararse la colección de chorradas de Dan Marrone (como lo llama en su ficción) con una investigación digna de encomio en la que, lejos de hacer teorías, simplemente se han formulado preguntas, expresado dudas y constatado falsedades que el gobierno se obstina en no responder o en negar con contumacia.