13 noviembre 2006

Poemas escogidos

Hasta que no leí este libro no comprendí aquello que decía don José Miguel Ibáñez de la especial adecuación del inglés para la poesía. Es cierto: a pesar de su carácter monosilábico, que a simple vista le haría parecer un poco rígido, se muestra (al menos en los poemas de Keats) extraordinariamente moldeable, con gran capacidad para formar derivados y compuestos. Por lo demás, es una lengua eufónica donde las haya.

Los títulos de las odas de Keats podrían retraer a un lector actual, por tópicos: "a la melancolía", "al otoño", "a un ruiseñor"... Pero podrían haber llevado cualquier otro título, eso no importa: es poesía de buena ley. Y uno se creería hallar ante el típico motivo romántico de la naturaleza como reflejo del alma, si no fuera porque el propio Keats postulaba para el poeta justamente la capacidad negativa, o capacidad de olvidarse de sí mismo a la hora de componer. No obstante, la melancolía está ahi, causa o efecto, quién sabe, de la enfermedad que acabó con la vida del poeta, "tan temprano". My heart aches, me duele el corazón, comienza la "Oda a un ruiseñor", de modo significativo. Es una lástima que la falta de dominio de la lengua no me permita apreciar como es debido esta antología, sin duda realizada con buen criterio, ya que a pesar de su fama no incluye poemas como "Endymion" y otros, de mucho aliento pero de menor eficacia poética que sus Odas o sus Sonetos.

Por cierto, estoy hablando de la selección de Cátedra, colección Letras universales.

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