23 junio 2008

"Cuando los culos nazcan con forma vaginal,

la homosexualidad será normal", solía yo sentenciar, pero me doy cuenta de que tal contingencia nos convertiría más bien en hermafroditas, así que tampoco. En todo caso, la carga de la prueba recae sobre quien afirma que una relación homosexual es tan normal como una relación sexual sin prefijo. Al fin y al cabo, lo evidente es lo contrario: el concepto de sexo implica, por definición, una dualidad complementaria: macho/hembra, varón/mujer, y por tanto toda relación homo es una impostura biológica, donde alguien finge ser lo que no es.

Pero, ¡qué difícil es que quienes sostienen aquella postura (ideológica, digo) hagan algo más que fulminar anatemas contra el adversario! Publicista hay que blasona de políticamente incorrecto y cuya mucha corrección política le lleva, hablando de esta cuestión, a repetir los consabidos denuestos contra la Iglesia y el franquismo, en el mismo paquete: esa "moral conservadora y clerical que durante cuarenta años" tal y cual. Y, como mucho, razones de tipo histórico que valdrían igual para justificar el apartheid o el sistema de castas.

Y encima, los homosexuales, empeñados en desmentir a sus fans, año tras año, desfile tras desfile.

__