02 febrero 2009

Unos ponen bombas


y otros hacen películas. La motivación es la misma. La calificación del acto... muy similar, para qué andar con tapujos.

¿Que se ha premiado el arte, y no la calumnia? El problema es que ambos son inseparables. Los etarras de Pamplona pueden ser unos expertos en la fabricación o la instalación de explosivos, y a nadie se le ocurriría darles un premio por ello. Algunos pasaban en coche junto a la universidad en llamas, vociferando y haciendo cortes de mangas. Algo así como el jurado de los Goya.