09 marzo 2009

Diario de un poeta reciencasado


Esta edición de Michael P. Predmore nos permite reconstruir la peripecia emocional que nos está relatando Juan Ramón. Si es que ha acertado, claro. Según Predmore, el Diario... es la crónica del abandono, penoso y lento, de la condición de niño por parte del poeta y la aceptación de su nuevo ser, al que accede mediante el amor conyugal. Todo ello bajo el celaje de los cuatro símbolos fundamentales: el mar, el cielo, la tierra y el amor.

Con este libro se inicia el simbolismo moderno en la poesía española, dijo su autor. O sea, que es una poesía de tercera persona, pero sólo aparentemente. El mar, el cielo, el sol, todo eso se refiere, en el fondo, a sí mismo. Lo que contrasta con Salinas, sobre todo, es que estamos ante una poesía egotista, mientras que la poesía amorosa de don Pedro se refería sobre todo al tú. Y sorprende, teniendo en cuenta que se trata de su casamiento. En los días de su boda, se le ocurre mirarse el ombligo. Esta Zenobia se merecía dos cielos, no sólo uno.

Nota redactada en julio del 2008

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