10 marzo 2010

Punto y aparte


En el poema "Radiografía", Miguel d´Ors se define como "eterno partidario de los ciento volando", y esta antología lo verifica con creces. Son muchos los poemas en que d´Ors se dedica a evocar, con sus típicas enumeraciones caóticas, todas aquellas identidades que no le tocaron, pero podrían haberle tocado en suerte; o bien los lugares donde podía haber nacido, o los que conocerá sólo después de "nacer", como él dice con terminología radicalmente cristiana.

Lo que más me gusta de Miguel d´Ors son esos finales sarcásticos que se permite de vez en cuando, como el famoso "tampoco soy feliz". Pero hay que reconocer que eso es sólo una parte mínima de su poética, y que tampoco los prodiga tanto. Aquí descubro a un d´Ors soñador, insatisfecho, con un acusado desprecio de sí mismo que no se convierte en desesperación gracias a una fe en Jesucristo que no duda en proclamar y que casi siempre transforma la autocompasión en humildad.

Nota redactada en mayo del 2009

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