12 mayo 2010

Memoria epistolar

Posición: no comunista ni fascista, por supuesto. Pero en esta guerra, considerando como mal menor el triunfo nacionalista, el deseo de que triunfe un régimen que yo, en cuanto a mi vida personal, estimo inaceptable, y que habrá de eliminarme tarde o temprano. O sea: anticomunismo resuelto y un mínimo de continuidad histórica. Y todo ello, en el horror, con la vergüenza de cuanto se ha hecho y se hace en los dos bandos españoles, que son iguales: nunca como en esta guerra de veras "civil" he sentido tan nacionalmente la homogeneidad de una sola España terriblemente única --en una terrible decadencia creciente.

Jorge Guillén a Pedro Salinas, julio de 1937.

O, como dijo Esperanza Aguirre en memorable intervención, "no todo fue tan sencillo".

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