08 junio 2010

Pataleta


Lo de la destrucción del Valle de los Caídos no deja de ser como una quema en efigie, o en huesos, de las que se han aplicado en algunos tiempos y lugares, en plan póstumo y ejemplar, a aquellos herejes o enemigos del Estado que se murieron de rositas o que se largaron a tiempo. Exhumar los huesos del caudillo y ponerlos en una hoguera, o colocar una foto suya en un banquillo y condenarla, sería excesivo incluso para el socialismo zapateriano. En lugar de eso, resulta sencillo tomarla con el simbólico monumento.

En español castizo, se llama pataleta. Lo malo de esta es que se va a convertir en memorial de agravios lo que era homenaje y oración. Dicen que un tonto estropeó un pueblo. Qué no podrán hacer una porción de necios con cartera.

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