05 marzo 2012

Irak

En efecto, la izquierda española se parece al tartamudo aquel del bar, que sólo sabía decir una palabra de corrido: coñac. Cuando le vino en gana tomar un café, se preparó durante una semana y al fin consiguió pedirlo: ¡c-café!; pero ante la pregunta de rigor, "¿sólo, cortado o con leche?", no tuvo más remedio que volver a su estribillo: ¡coñac!

Desde que el 11-M la alzó al poder, la izquierda no ha tenido más que un argumento frente a la oposición. ¿Le arguyen contra su relación con ETA? -¡Irak! -Oigan, es que el matrimonio homosexual... -¡Irak! -Miren, lo malo de su política educativa... -¡Irak! Ahora, con el paso cambiado, les sirven en bandeja una movilización y ¿qué creen que dicen?

Ya, ya sé que el 11-M no tuvo nada que ver con Irak. Pero se montó para que lo pareciera, y en política, hoy, las cosas no son otra cosa sino lo que la propaganda dice que son.

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