07 septiembre 2012

La ocurrencia de Alberto Contador

después de coronar Fuentedé expresa, mejor que un libro, muchas actitudes hacia la moral cristiana:

Había un demonio que me decía: "ataca, ataca..." Luego había un ángel que me decía: "conserva... no seas loco..."

Por supuesto, Alberto, hombre audaz y esforzado donde los haya, hizo caso al demonio.

Sancte Michael... Eso: ora pro ei.

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