05 septiembre 2012

Un poco de propiedad, Dumas

Villefort se debate con su conciencia:


Pero esta vez se trataba de otra cosa muy distinta: la pena de cadena perpetua acababa de aplicarla a un inocente, un inocente que iba a ser feliz y de quien destruía no sólo la libertad, sino la felicidad; esta vez no era juez, era verdugo. 

(El Conde de Montecristo)

Perdón, pero no. No era verdugo. Era criminal. Un verdugo es un funcionario que no hace sino ejecutar la sentencia del juez. Conviene tenerlo en cuenta porque abusamos cada vez más del término verdugo para referirnos a acciones criminales.

(Y que conste que no ha habido ninguno en mi familia, que yo sepa)

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