21 octubre 2012

Pastoral americana

Y, ¿qué tiene de malo la vida de los Levov? ¿Qué hay en este mundo menos reprensible que la vida de los Levov? Pastoral americana concluye con estas preguntas, no necesariamente irónicas, lo que quiere decir que Philip Roth renuncia a dar respuestas. Toda su novela es una gran pregunta. El Sueco, Seymour Levov, es hijo de un inmigrante judío de esa nacionalidad, y ha heredado el emporio de fabricación de guantes de su padre. Es un americano triunfador, ya desde su infancia y juventud, como deportista admirado por todos sus compañeros, y además luego se casa con una miss Nueva Jersey. Pues bien, va su hija y le sale terrorista. Pastoral americana es el libro de mayor extensión, que yo sepa, dedicado a la tópica pregunta: "¿en qué hemos fallado?", hecha por unos padres responsables a quienes un hijo les sale rana. Y la pregunta queda abierta porque Roth no toma partido por nadie. Aunque la novela concluye con la risa floja de una profesora liberal que se goza en el fracaso del modus vivendi de la alta burguesía de su país, la fe marxista tampoco es la respuesta, tal como Roth plantea aqui las cosas, sino parte del problema, o más bien una de sus consecuencias. En mi opinión, toda la novela es una ilustración de aquello que decía no sé quién: "Hemos estado tan preocupados por darles a nuestros hijos lo que nosotros no tuvimos, que nos hemos olvidado de darles lo que sí tuvimos". Los Levov creen bastarse a sí mismos, y haber creado las condiciones para que todo ruede a pedir de boca. Judíos como eran, no aprendieron nada de lo de la torre de Babel.

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