22 diciembre 2012

Ni + ni --

El hombre desobedece el segundo mandamiento cuando desprecia formalmente el nombre de Dios en la blasfemia y cuando nombra a Dios sin que haya necesidad de ello. Bajo esta segunda forma de desobediencia cae una teología presuntuosa y verborreica, en el fondo no consciente ya de quién está hablando. Como asimismo se oponen al segundo mandamiento esas celebraciones litúrgicas que han confundido la simplicidad con la desaliñada banalidad de gestos y lugares en los que el Nombre de Dios no puede ya ser nombrado ni invocado más que indignamente. 

Carlo Caffarra, Vida en Cristo