24 enero 2013

Duros



            No hace mucho tiempo hablaba sobre los relatos "duros" [más o menos lo que llamamos novela o cine negro] con un hombre que me dijo que simplemente no podía leerlos. Le pregunté por qué no. Me miró con expresión apenada. "¿Alguna vez le han dado a usted una paliza?" -me preguntó-. Me refiero a una paliza fuerte de verdad."
            Murmuré algo acerca de mis días de boxeador y recordé un par de combates particularmente feos.
            Él meneó la cabeza. "Me refiero a una verdadera paliza."
            Confesé que no.
            A él sí. Tres gángsters habían hecho un trabajito con él. Era un hombre bastante fornido, pero pasaron tres meses antes de que pudiera ponerse de pie. Cada vez que leía sobre un héroe que tras una paliza se dedicaba a hacer numeritos, se estremecía y echaba el libro a un lado.
           
Erle Stanley Gardner, El caso de los comienzos


Sin juramento me podrán creer que me pasa algo parecido con las películas de profesores guay.

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