01 marzo 2013

O muerte


El lema de la Revolución francesa (conservado por la República), tal y como lo conoce hoy el mundo (libertad, igualdad, fraternidad), es falso y está truncado. El lema íntegro de la revolución era otro -y la diferencia es como del día a la noche-: libertad, igualdad, fraternidad o muerte.

Las dos palabras escamoteadas representan la deplorable mutación desde el valor y el sentimiento trágico y heroico de la existencia hacia la formulación burocrática de un vago principio por el cual nadie está dispuesto a jugarse la vida. El camino, dice Péguy, va siempre desde la mística a la política.

Libertad, igualdad, fraternidad es un simple eslogan y la Revolución francesa fue una catástrofe; libertad, igualdad, fraternidad o muerte es algo muy, muy distinto...; es una decisión ante la cual cualquier adversario se inclina con un respeto admirativo.

Es posible que los escépticos sean más elegantes y atractivos que los fanáticos, pero, cuando irrumpe la peste en Burdeos, el alcalde -llamado Michel Eyquem de Montaigne- se va de la ciudad; en Milán, en 1576, en la misma situación y casi en el mismo periodo, el arzobispo, san Carlos Borromeo, vuelve corriendo de su viaje. 

Nicolae Steinhardt, El diario de la felicidad 

__