01 mayo 2013

León, en cotas intelectuales

Cuando los intelectuales dicen burradas sobre la religión lo hacen con la cabeza bien alta, bien afirmados en su posición aventajada de escépticos volterianos. Los políticos, que al cabo necesitan de la ciudadanía, suelen ser más cautos. Salvo cuando llevan cinco legislaturas en el poder, lo cual otorga casi categoría de intelectual. Don Javier León de la Riva es alcalde de Valladolid por quinta vez, y entre sus timbres de gloria se cuenta el haber adelantado una semana las fiestas locales (que se celebran en septiembre) para evitar el frío y la lluvia características de la entrada del otoño en estos pagos. El éxito fue rotundo, ya que, como se sabe, aquí tenemos diez meses de invierno y dos de infierno, pero el infierno suele retrasar un tanto su retirada. Con esas credenciales no extraña que se haya lanzado a aleccionar a la Iglesia, sugiriéndoles desplazar la Semana Santa a estaciones menos pluviosas. Cinco legislaturas arrasando: qué me importará a mí el mes de Nisán ni la luna llena de Pascua. Estoy hablando de turismo, de patrimonio, de Cultura. Son las arcas municipales, estúpidos. 

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